Una experiencia gratificante
Buenos días!!
Hoy vengo a contaros alguna anécdota que me marcó mi primera estancia de prácticas.. Pero, antes de nada me gustaría poneros un poco en contexto.
Mi primer prácticum lo realicé en un instituto ubicado en el barrio de Pajarillos en la provincia de Valladolid, con el alumnado de primero y segundo de la ESO de PMAR, que hoy en día conocemos como educación compensatoria.
El barrio en el que se ubica este centro, comparte características con otros muchos de la ciudad, a pesar de su pasado, el cual viene marcado por la presencia de un asentamiento de familias gitanas, el Poblado de la Esperanza, colindante con el Instituto, que evolucionó hacia el mundo del consumo y venta de drogas. Es un barrio muy activo cultural y socialmente además de tener gran riqueza y diversidad desde el punto de vista humano.
Esta experiencia fue marcada por el alumnado de etnia gitana quien me dio a conocer su cultura y me hizo participe de esta. La naturalidad con la que ellos hablaban del matrimonio o del abandono escolar, me impactaba mucho ya que su mentalidad con 13-14 años era muy diferente a la mía con 20.
En concreto, una de las alumnas con la que conseguí entablar mucha confianza y hacerla un poco más participé en el proceso de enseñanza aprendizaje me contó alguna de sus vivencias, quedándome impactada en cada una de ellas.
Desde muy pequeña la idea (obligación) de cuidado del hogar así como de los menores de la familia estaba en ella. En sus pensamientos no entraba el ámbito de la educación, este siempre quedaba al margen.
Tan al margen, que en su cabeza estaba la idea de abandonar el sistema educativo sin haber cumplido la edad obligatoria. Con tan solo 13 años, esta alumna iba a abandonar la educación.
Y te preguntarás ¿por qué? Iba a ser pedida y propuesta para matrimonio con un chico, obligándole pues a cuidar más a fondo del hogar y seguidamente a cuidar de los menores.
En su cabeza no entraba no tener hijos, es más, era lo siguiente al matrimonio. Un matrimonio en el cual no conocía todavía a quien iba a ser su pareja ya que este fue elegido por su padre y su abuelo.
Podría contarte muchas ideas de una niña de 13 años de etnia gitana, las cuales te chocarían lo mismo o más. Me encantaría que todo el mundo conociese la cultura y costumbres de la etnia gitana ya que aunque no en todas las familias son iguales pero en todas se asemeja.
Mi labor con este alumnado era concienciarles de lo importante que era la educación y una formación para el futuro. Les preguntaba que en qué les gustaría trabajar y, aunque muchas me decían que querían ser amas de casa otras muchas me destacaban su gusto por la peluquería y el maquillaje.
Por ahí solía tirar para involucrarles en el proceso de enseñanza aprendizaje, y sobre todo haciéndoles ver que es fundamental esta formación para poder ejercer y ganar dinero algo que a ellas les encantaba, poder comprar cosas.
Aunque fue algo chocante, para mi fue super enriquecedor poner conocer más a fondo la cultura gitana.
Las diferencias entre la cultura gitana y la nuestra suenan realmente intensas. ¿Dirías que te costó llegar a entender su punto de vista o conectasteis rápido?
ResponderEliminarMe ha parecido super interesante la oportunidad que tuviste de escuchar por ellas mismas su realidad y sus diferencias culturales. Además, la idea de "comprar cosas" como motivación para seguir estudiando me parece muy oportuna porque estás consiguiendo que ellas vean la aplicación de todo esto del proceso educativo. ¿Podrías contar alguna otra anécdota que tuvieras con ellos?
ResponderEliminarEs curioso como la cultura gitana lleva más de mil años viviendo entre nosotros pero se ha mantenido casi intacta. Reyes y gobernantes han intentado cambiar su modo de vida y no ha siso posible.
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